Casa de las Cadenas
Este llamativo edificio donde hoy se encuentra el Archivo Histórico Provincial, constituye uno de los edificios más significativos de toda la ciudad. Este inmueble, a lo largo de su historia ha servido de colegio, hotel e incluso de almacén de productos farmacéuticos. La lápida que se encuentra
justo arriba de la puerta de la gran fachada marmórea, posiblemente obra de Antonio Pozanelus, nos habla sobre su interesante origen, cuando en el día de Corpus de 1692, al pasar la procesión frente al edificio, una fuerte tromba de agua obligó refugiar en él a la custodia. Este hecho llenó de orgullo a Diego Barrios de la Rosa y Soto, rico comerciante y dueño del inmueble, quien decidió derribar esta vieja vivienda para construir otra más digna que conmemorara este acontecimiento. Por ello, la decoración de todo el edificio está basada en motivos eucarísticos. Se utilizaron los materiales más dignos y de mayor calidad del momento, con mármoles genoveses y columnas salomónicas que jalean a ambos lados de la puerta principal. En estas columnas podemos observar las argollas que sostenían las cadenas habituales en los edificios que poseían el privilegio de "refugio". La escalera interior a la que que se accede por el patio está cubierta con una bóveda decorada también con motivos eucarísticos como son los racimos de uvas o las espigas, motivos que se repiten de nuevo en la antigua torre-mirador del mismo edificio.
