Señores/as, a Cádiz se le acaba el suelo y el nuevo PGOU de nuestra ciudad no contempla el aprovechamiento del mismo limitando al mínimo la altura de los edificios, que cada vez son más bajitos y ridículos. Quiero mostrar mi más enérgico rechazo a esta traba que impide a nuestra ciudad seguir creciendo. Una ciudad tan carente de suelo como la nuestra, imposibilitada a crecer a lo ancho, no tiene otra forma de crecer que en altura, al menos, eso es lo que nos dice la lógica. Esto no debería ser ni mucho menos malo, e incluso podría y debería ser aprovechado en nuestro propio beneficio, porque una ciudad planificada en altura, no sólo permitiría el aprovechamiento del suelo, sino que también nos daría una imagen nueva, moderna y atractiva de cara al turismo que intentamos atraer. La adaptación siempre ha sido muestra de inteligencia del ser humano y nosotros podemos aprovecharnos paradójicamente de esta limitación para seguir creciendo. No sólo se puede ofrecer al visitante sol y playa, porque éstas no son exclusivas de Cádiz y porque además, nuestras posibilidades en todo caso, se verían reducidas a los meses de verano y los gaditanos, de momento, que yo sepa, también comemos el resto del año. Deberíamos pararnos a pensar bien cuáles son las posibilidades que tenemos los gaditanos de seguir creciendo. Otras ciudades ya se vieron obligadas a esta forma de crecimiento y nadie puso trabas e incluso, otras a las que se le permite seguir comiendo terreno al campo, también se le permite crecer a lo alto, sin tener una necesidad manifiesta de ello. Esta necesidad, salvando las distancias, es la que ha hecho grande a la ciudad de los rascacielos por antonomasia, la capital del mundo, “New York”. Ellos si fueron inteligentes y se aprovecharon de sus propias limitaciones para sacar el provecho deseado. Si en vez de hacer edificios de tres o cuatro plantas, los hiciéramos de treinta o cuarenta, ¿Cuánto conseguiríamos agrandar las aceras y liberar espacios públicos para no vernos agobiados por nuestras calles? Si esto, encima sirve para ofrecer un atractivo más a los visitantes y a los empresarios, (muy importante esto último) ¿qué más queremos? Estoy seguro que el futuro de nuestra ciudad pasa obligatoriamente por este tipo de planificación urbanística, el problema es convencer a los políticos, que dejen esa actitud de “cortafuegos” y de humillación descarada hacia los gaditanos. Esperemos que algún día no muy lejano, no sólo se puedan levantar edificios cómo éste que se acaba de rechazar en la zona de las "casitas bajas" y veamos pronto a nuestra ciudad, dotada de las mejores infraestructuras, que estén a la "altura" (nunca mejor dicho) de lo que merece la ciudad más antigua de Occidente.